
Que encantado quedó el conejo
cuando le di una zanahoria madura
…y hasta vi brillar sus ojos en hambre de felicidad
equivocado y confundido el…no me convenció
no puedo explicar mis explosiones, mis emociones
…las escribo y ahí quedan flotando dispersas
Recójalas jardinero y cuídelas como delicadas flores
…que no sirvan de alimento al que no las aprecie
el desprecio y la envidia no están en mis valores…
…comienzo y no termino de escribir soy efímero
como vaho que se escapa de una taza de café caliente…
no puedo olvidar tus besos y todo tu cariño en azúcar
…engendrada en versos nocturnos y en ese silencio
de tu cuerpo junto al mío…quedó el sudor apegado...
Ramiro Deladanza
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